Elisa, no te entiendo
Por más que quiero, no puedo, Elisa, no te entiendo.
Me acostumbré a admirar la ética impecable de tu proyecto, la inteligencia preclara de tu debate, la brillantéz con que abrochaste siempre los cuestionamientos más rigurosos, la dignidad de tu respuesta a la crítica y al exacerbo de tus enanos opositores.
Mi maltrecho cerebro puede procesar hasta a duras penas la incongruencia, hasta a duras penas el aristocrático linaje de tu "incorporación Olivera", pero tiene una profunda inoperancia a la hora de "comprentender", diría el poeta, el fogonazo de lo insólito.
Y decir que respaldarás la candidatura de Lopez Murphy por considerarlo perteneciente a la "derecha decente", me remite a tanto planteo filosófico acerca de la contradicción entre derecha y decencia, con conclusiones casualmente tuyas, llorosamente tuyas, amargamente tuyas, compartidamente tuyas, que lo mío debe ser una negación, porque cualquier intento más arduo por entenderte me pondría, sin dudas, en el tránsito riesgoso por esa delgada línea que suele dividir lo insólito con lo esotérico mismo, para arrastrame al voluntarismo alegre habido en la superstición. Y debe ser que no puedo, Elisa, porque eso significaría, en el delirio, perder de vista al verdadero enemigo, a su exponente bizarro, mediocre y local.
A su canina representación.
4 Comments:
todos tenemos contrdic
todos tenemos contradicc
todos tenemos contrd!
todos ·"!·$@##dicc"!
No me sale.
Unos las encubrimos, mas si doña Elisa tuviera que encubrir algo le tiene que pedir la carpa a los Sarrasani. Y eso que ahora está más delgada y más biaaaannn.
Pero le digo que me cae bien, y cuando uno dice la boludez de "pero no para presidente" y se pone a pensar en la manga de turros, idiotas y otras joyeces que hemos tenido llega, con Elisa, a su propia conclusión: es nada más y nada menos que porque es mujer y se hace heredera de un menosprecio, que no por negado (queda mal sacarlo a la luz) viene a ser inexistente.
Igual yo no sé si la votaría, no por ella, sino por ver las políticas locales y domésticas de su partido, aunque una vez más, uno ve a los otros y mamita querida. Y además porque es muj, muj, muj... no me sale.
Y yo, por las mismas razones ésas que Ud. dice, grito y pataleo pero ya sé que la voy a seguir votando.
me parece que en la intención de universalizar sus principos morales y religiosos por medio de la política, se halla dicha señora en las mismas -y ya superadas- contradicciones de don tomás de aquino.
Sí, Vadinho...por eso es que al final se la termina perdonando, la fe que uno no tiene a ella le purga los errores.
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