El invierno de mi desconcierto
Es que con estos fríos provinciales y yo sé que también capitalejos, hay que tener coraje cívico para ponerse una minifalda. A pesar de eso, el bueno de Tino Hargen asegura haberme visto vestida de esa forma el Viernes pasado en la puerta del Guerrín, a punto de entrar en la Convocatosa.
Ya no estoy segura de nada, la verdad. Pero si el deseo fuera capáz de desdoblarnos, de llevarnos a cuestas, de superar kilómetros y problemas propios y no tan propios, por ahí tal vez haya pasado que la imaginación de Tino captó los efluvios de la mía y me corporizó, me hizo estalactita con los pelos al viento mirando ansiosa cada cara, pero sin entrar por miedo a entusiasmarme, pasarme de las doce, que la mini se convierta en jean crotoso y no encontrar un zapallo digno para volverme.
No hay excusas, la Convocatosa no es culpable de postreros desvaríos, cualquier tipo de locura era previa.
Ay dejemé, con esta gente. Y yo que pensaba que no había ido.
6 Comments:
Muy sexy tu foto (¡mandá más, que acá en la selva estamos re podridos de las pigmeas) y muy lindo el blog...por lo que veo en el escudo, Patricio va al Lasalle...SALUTTI!!!!
La minifalda es, en su caso, obligatoria.
Se me ocurrió esto: la próxima, ponele que quedamos a las ocho, ¿no?, entonces vos a las cinco te encontrás con Maray, Fander, Daniela, y otros ausentes del primer encuentro. Se hablan todo. Cuando llegamos los demás, nos dicen: Ah, estábamos hablando de cosas tan interesantes, pero fueron muchos temas distintos, vieron, es algo que no se puede contar. ¡Jua jua! Un beso, de verdad espero verte con o sin minifalda, de odalisca o como fuere.
Sue, fue una licencia literaria, disculpeme la inclusión sin previo aviso.
Apareció el Sr. Elefante pidiendo foto, y alguien gritó "minifalda" y también surgió Fander de debajo de una piedra. Fander, Ud. es incorregible.
Vero, qué buena idea esa de vernos antes con los otros rezaguetis...después, otra sería armar bandos posteriores y pelearnos en los blogs (¿dónde lo ví?). Claro que nos veremos, dulce.
Tino, no tiene nada que avisarme, salvo cuando sueñe, para ver si por casualidad soñamos lo mismo.
Bueno, vaya planificando el viajecito que organizamos el próximo encuentro con su presencia obligada. Proveer de conformidad, Será justicia.
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