Todo
A ellas me las imaginaba, sí, como las ví en fotografías, pero en el primer abrazo, en el primer perfume supe que las guardaba de otro tiempo, vaya uno a saber, vaya uno a creer en eso de las vidas anteriores, pregunten a Inesa, y después me sorprendió ese algo de niña deslumbrada en sus miradas, una cosa traviesa, cómplice, las boquitas en rouge rosado como salidas de esas muñecas de mi infancia,…una belleza de florcita urbana e incontaminada a la vez, Verónica, una manera grácil y suave de oponerse, en un capricho dulce y táctico, a la velocidad incontenible de su Plaza, Aydessa, las manos perfectas y diferentes, la sutileza invariable que escucha.
Ahí, sentada con la calma de un gurú expectante, Inx era un piano dando en la tecla, la ironía de rebatir retóricas esperables… “Ay, dejenmé, chicas, cuando les cuente….”
De ellos me traje el placer y el disenso, la ternura cuidadosa, casi ocho horas jugando como cachorros grandes, la risa burbujosa de cerveza y San Telmo, la coincidencia misma de cuando los pensaba sin verlos por haberlos leído.
Todo lo hicimos juntos.
15 Comments:
Yo lo que siento es que a las chicas las individualiza y a nosotros nos pone a todos en una misma bolsa.
Yo me los imagino uno por uno, en esa misma bolsa.
Y a las chicas, también. De a una.
Ya llegaré a la pizza 3.
Besos
Una Sue recatada,prudente.
No dije que Tino es cálido como un fogón de peña estudiantil.
Que Luis es un gigante lúcido, de voz profunda y terminante.
Que Pablo es una turbulencia amable, y Guillermo un aleteo inquieto.
Que los ojos de Carlos son un cielo esquivo.
chau!
Ay... si no me hubiera engripado quizá la pasaba bonito como ustedes...
Será la próxima :)
Antes que nada feliz día, doctora. Yo le daría la razón en cuanto a lo de esquivo si toda la extensión de mi ser fuera ese príncipe checo que usted decía alguna vez. Pero resulta que tengo un bueno porcentaje, el materno, de vasco tozudo con grandes condiciones para la metedura de pata (tengo testigos por el mundo entero). Así que no es por contradecirla, yo le soy como usted quiera, pero los fantasmales ancestros de mi vieja reclaman, sin pedir permiso y cada tanto, por su parte.
Y a la Gutiérrez que no prometa más, por favor. Todo muy lindo pero va a llegar el "Pizza" 39 y la vamos a estar esperando en lo que quede de Guerrín en lo que quede de Buenos Aires en lo que quede del planeta, con lo que quede de nosotros.
A propósito de lo que dice Minerva: faltó mucha gente. Hay que hacer otro pronto para todos los que no pudieron estar. Cada compañero ausente es la mejor excusa.
Aquí Florcita Urbana reportándose. Gracias, preci.
Gracias Sue, y eso que no me dejaron cantar...
A la Gutierrez la proxima la vamo' a buscar y la traemo' a remolque , la traemo`.
Pero, qué sorprese, Carlese, y gracias...¡un ingeniero que sabe cuándo es el Día del Abogado!
Mire, Ud. no crea que me contradice, Ud. no "me" sea como quiero yo sino como es, pero lo que dije no tiene que ver puntualmente con su ascentrismo checo, supongo que también debe haber vascos con mirada azul esquiva (acabo de inventar un color)
Vero, florcita urbana presente en mi jardín virtual provinciano.
A Tino la popular le pedirá que cante, la próxima. Y a la Gutiérrez le voy a mandar el Ofical de Justicia.
A Minerva, se le requerirá certificado médico.
Doctora: yo sé del día del abogado por mi querida hermana, que la tengo un poco lejos y a quien me encantaría poder abrazar (cada día, con cualquier excusa).
Respecto de la mirada esquiva... mire, la verdad es que con los años ya no confío en las miradas; para mí las miradas son engañosas, tanto las que esquivan como las que insisten. Inclusive muchas veces el arte de la mirada me parece poco sutil y presto a la mentira (pueden ser misteriosas o seductoras también, no lo niego). No hay mirada que pueda decir lo que dicen las palabras, a mi modo de ver. Y se lo dice alguien que además se presta al juego (al juego de las palabras, quiero decir) que difícilmente dejen cerrado algún camino. Por ejemplo, yo le digo esto y usted "entenderá lo que entenderá", y en eso ya no tengo más nada que ver. Mis palabras volaron, ahora están allá.
Con cierto afecto, el mismo que me gustaría que recibiera mi hermana con una excusa cualquiera. El día del abogado, tal vez.
Ta bien, Carlos.
Era nada más que una apreciación nacida del juego de las palabras, no requería tantas explicaciones.
Cada uno mira como le parece o como le sale.
El cierto afecto se agradece y retribuye.
¿Había una bolsa? Sí, la había: y estaba llena de deliciosos alfajores, con que los que maticé mi camino de regreso, esquivando las aviesas intenciones de los zorzales, envidiosos del dulce de leche.
Gigante, aceptado. Lúcido... mmm, la voz es impostada, no lo dude.
Saludos todos.
Eso, me gusta la doctora cuando intima.
Me sale así, Inesita. Me sale así :)
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